La Fiesta del Charco o de la Embarbascá, en la Aldea de San Nicolás, es uno de los eventos más conocidos y multitudinarios de la isla de Gran Canaria y de todo el Archipiélago. Cada 11 de septiembre, en el gran charco del municipio, cientos de personas se reúnen para pescar con sus propias manos los peces que viven en esta laguna costera. Este festejo está considerado como Bien de Interés Cultural y se basa en una tradición prehispánica.
El Charco: un escenario natural
El Charco, situado en La Aldea de San Nicolás, es el escenario natural en el que tiene lugar el festejo. Se trata de una pequeña laguna costera ubicada en un paraje único, entre las montañas y el océano Atlántico, ocupando el centro de la desembocadura del barranco de La Aldea a escasos metros del mar.
A este tipo de manifestaciones naturales se las conoce en Canarias como “marciegas” y se originan debido a la inundación y el encharcamiento del agua marina al subir el nivel del mar. Esto efecto natural se produce en la época de las mareas vivas de septiembre, también conocidas como mareas del Pino en Gran Canaria, sumado a los aportes de las sucesivas escorrentías del barranco de la Aldea que se producen a consecuencia de las lluvias.
La profundidad habitual de El Charco no suele superar el metro cincuenta de altura y el fondo está formado por depósitos sedimentarios y cantos rodados procedentes del arrastre del barranco.
Además, esta pequeña laguna, donde se celebra la Fiesta del Charco, ha sido declarada y reconocida como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias, con una categoría de Sitio Etnológico, dada su gran influencia simbólica, paisajística y la fuerza representativa de la cultura y la historia de Canarias.
Origen de la famosa Fiesta del Charco
La Fiesta del Charco trata de representar y hacer homenaje al modo de vida de los antiguos aborígenes canarios. Esta celebración revive una antigua técnica de pesca aborigen denominada “embarbascada”, nombre por el que también se conoce a esta fiesta, que consistía en verter savia de plantas como el cardón o la tabaiba para provocar un efecto sedante a los peces de los charcos del litoral y, así, poder capturarlos más fácilmente con las manos.
Esta práctica estuvo presente en la isla y fue utilizada hasta bien entrado el siglo XX. En la actualidad, se ha convertido en una fiesta patronal característica del norte de Gran Canaria. Cerca de El Charco se encuentran El Alambique y la Cueva de El Roque, una oquedad junto al mar donde los mallorquines, a mediados del siglo XIV, constituyeron una ermita en honor a San Nicolás de Tolentino y, al otro lado, el yacimiento arqueológico de Los Caserones.
Procedimiento y reglas de esta festividad
Tal y como ordena la costumbre, los participantes deben situarse en pie, rodeando el charco sin tocar el agua. Para poder hacerlo se marca, primeramente, el perímetro exterior de la laguna con una línea de cal, la cual no se debe sobrepasar hasta que se dé el pistoletazo de salida.
El 11 de septiembre, a las cinco de la tarde, un cohete lanzado por el alcalde del municipio da la señal de aviso para comenzar la pesca. A partir de ese momento, comienza la carrera de los participantes, quienes se tienen que lanzar en masa al agua inmediatamente para atrapar los peces con las manos, aunque está permitido, también, usar cestos o guelderas rememorando, así, el origen de la festividad.
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Paula Vera
Fotos: eldiario.es, fotografiasdegrancanaria.com
