A pocos kilómetros de Las Palmas, se encuentra el Jardín Botánico Viera y Clavijo, también conocido como Jardín Botánico de Gran Canaria o Jardín Canario. Este recinto de 27 hectáreas es el mayor de España y uno de los mejores del mundo. Tiene el importante papel de reunir en un solo lugar toda la riqueza botánica del Archipiélago, albergando especies vegetales exóticas e increíbles y más de 500 plantas endémicas, algunas en peligro de extinción.
El Jardín Canario debe su nombre al famoso naturalista y biólogo canario del siglo XVIII, máximo exponente de la ilustración de las Islas, José Viera y Clavijo, quien nació en Los Realejos, Tenerife, en 1731 y murió en Las Palmas de Gran Canaria en 1813. Además, se encuentra asociado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Cabildo de Gran Canaria.
Historia
El Jardín Botánico Viera y Clavijo se inauguró en el año 1953 haciendo realidad así el sueño del prestigioso botánico sueco Eric Ragnor Sventenius (1910-1973), fundador de este paraíso y director de este hasta su muerte.
Al plantear la creación de este recinto, Eric Sventenius lo que hizo fue continuar con la labor que dos siglos atrás ya había iniciado José Viera y Clavijo. La idea del naturalista canario era crear un jardín que recolectara toda la flora de las Islas en un solo territorio y así se hizo, pues el propósito de este Jardín es el de preservar y proteger la flora endémica de Canarias.
Para la ubicación del complejo, se barajaron distintas localizaciones. Gracias a la ayuda de un grupo de representantes del Cabildo Insular de Gran Canaria, quienes valoraron desde un primer momento la importancia de la iniciativa. Así, se decide instalarlo cerca de la capital, al borde del barranco del Guiniguada y al lado de la carretera que lleva a Tafira.
El Jardín Canario cumplió en 2012 su 60 Aniversario y, en la actualidad, la colección de plantas ha aumentado notablemente contando con especímenes que proceden de todos los rincones del planeta. Además, se ha convertido en un lugar de gran importancia para reuniones internacionales y congresos, así como en un Centro de Investigación de la flora de las Islas.
Colecciones
Situadas en terrazas a los bordes del barrando de Guiniguada y desarrollándose en su hábitat natural, cada especie posee su propia zona delimitada, dividiéndose en colecciones.
Traspasando la entrada principal del Jardín, lo primero que se encuentra el visitante son algunos especímenes del bosque de laurisilva, que como ya hemos comentado en otras ocasiones, era la cubierta forestal principal de Canarias en tiempos prehispánicos. Siguiendo el “Camino de los Dragos”, una de las colecciones más destacadas, se llega a la “Plaza de las Palmeras”, en la cual se pueden observar todas las especies de palmera que existen en las Islas.
El Jardín Botánico Viera y Clavijo cuenta, además, con más de 10 000 especies de suculentas de todo el mundo, así como la mayoría de las especies en peligro de extinción de los casi 600 endemismos que existen en el Archipiélago.
Otras colecciones destacadas son el “Jardín de las Islas”; el “Jardín Macaronésico Ornamental”, en el que se encuentran agrupadas platas en peligro de otros archipiélagos de la Macaronesia; el “Jardín Escondido”, un pequeño invernadero tropical; y el “Jardín del Mundo”, inaugurado en 2002 y que cuenta con cinco zonas por cada uno de los continentes con las especies más representativas de cada uno.
Por otro lado, en su interior el Jardín Botánico de Gran Canaria cuenta con monumentos, fuentes y esculturas para rendir homenaje a aquellos naturalistas que contribuyeron con su trabajo a conocer la naturaleza y la flora canaria.
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Paula Vera
Fotos: jardincanario.org, holaislascanarias.com, es.wikipedia.org
