Cuba y La Palma comparten la tradición de hacer puros a mano, y sus aficionados aseguran que los de La Palma son tan buenos como los de Cuba.
¡Los pureros locales (fabricantes de puros) insisten en que incluso el mismísimo Fidel Castro lo admitió!
Y es que gracias a un proceso de elaboración del puro que se hace a través de tabaco cultivado localmente, y siguiendo métodos que no han cambiado en siglos, La Palma goza de unos puros que alcanzan la categoría de lujo, salvo por el precio.
Mientras que los puros cubanos han ganado fama con los años, y por ende han aumentado sus precios, los de La Palma son menos conocidos, y por tanto se disfrutan con total normalidad en las Islas Canarias.
La historia del puro de La Palma
Hay un vínculo histórico entre las islas de Cuba y La Palma gracias a un pasado de emigración de isleños canarios hacia Cuba. De hecho, muchas de las principales fábricas de puros en La Habana fueron establecidas por antiguos isleños canarios.
Sin embargo, y afortunadamente, esos emigrantes regresaron a su hogar en La Palma fundando la industria del puro gracias a sus habilidades artesanales para la fabricación de puros, y el clima subtropical y la disposición de las Islas Canarias, que demostraron dar las condiciones idóneas para el cultivo de tabaco.
La fabricación artesanal del puro de La Palma
La forma y el proceso en que se hacen los puros en La Palma apenas ha cambiado en siglos. En una era en que se busca la inmediatez y en el que se abusa de la tecnología, La Palma recupera el son cubano y, en sus fábricas de producción de puros, hombres y mujeres elaboran a mano el famoso puro de La Palma.
Hay tres partes en los puros canarios:
- tripa: el contenido del puro, las hojas cuidadosamente seleccionadas
- capote: la o las hojas que envuelven la tripa
- capa: la hoja exterior que envuelve el conjunto
La forma en que los tres se han enrollado juntos determinará la calidad del puro y la forma en que fumarlo.
Al igual que en Cuba, cada puro se fabrica de principio a fin por una única persona. Por eso, cada puro hecho a mano es completamente único, y constituye una obra de arte de aspecto perfecto.
Museos y visitas guiadas
Los puros de La Palma son sinónimo de calidad y dedicación. Y se puede contemplar el proceso y los resultados en diferentes fincas tabaqueras y empresas familiares abiertas al público.
Museo del Puro Palmero: Ubicado en Breña Alta, este Museo captura la historia del puro de La Palma como motor de crecimiento económico en la isla (sobre todo entre los años 20 y 60).
Finca Tabaquera El Sitio: También en Breña Alta, aquí se encuentran los auténticos puros palmeros elaborados enteramente con materia prima autóctona de La Palma.
Tabacos La Tanita: Elaborados con “tabaco Breña”, los puros La Tanita siguen el legado y saber-hacer de la empresa familiar.
Puros Artesanos Julio: El proceso artesano de la producción de puros Julio culmina ofreciendo puros con una peculiar mezcla aromática.
Puros Destiladera S.L.: Destaca porque estos puros son elaborados por personas con discapacidad por lo que su consumo ayuda a la inserción laboral de sus empleados.
Tabacos El Rubio: Elaboración tradicional y artesanal de puros que no se ha perdido con los años.
Puros Richard: Empresa familiar que mantiene el proceso artesanal de producción de puros de La Palma a partir de “tabaco Breña”.
Puros Cruz: La tradición familiar se mantiene en esta empresa que utiliza también variedades de hojas del mundo en la producción de sus puros.
Kolumbus Premium Cigars: En su versión más premium, nace esta marca de puros de La Palma.
Dónde comprar puros de La Palma
Además de los lugares mencionados anteriormente, se pueden adquirir puros de La Palma en bares, supermercados y tiendas especializadas, además del aeropuerto.
¿Sabías que los puros de La Palma eran los favoritos de Winston Churchill?
Fuente fotos: Pixabay, Shutterstock, Wikipedia.