Asentado sobre una ladera volcánica en el oeste de la isla se encuentra Sabinosa, el pueblo más aislado de El Hierro y uno de los que mejor conserva las costumbres herreñas, de hecho, es famoso por su gran tradición folclórica.
Desde Sabinosa se pueden tener excepcionales vistas del Valle del Golfo y sus estrechas callejuelas muestran algunos ejemplos de la arquitectura popular. Los amantes del buen vino no deben irse sin probarlos. Y es que uno de los secretos mejor guardados de este pueblo tan singular es que aún atesora lagares tradicionales y cuyas vías de acceso discurren entre viñedos.
Un pueblo aislado en la isla de El Hierro
En las laderas de la Reserva Natural Integral de Mencáfete encontraremos la población de Sabinosa. Una de las poblaciones que mejor aguardan la tradición herreña como hemos comentado y que, además, cuenta con una gran leyenda en torno a un pozo curativo conocido como el Pozo de la Salud.
Sabinosa debe su nombre al bosque de sabinas que se encuentra en la zona y que llega a alcanzar la cumbre de la isla. Disperso entre parras y el extraordinario bosque de sabinas, en sus callejuelas y senderos aguardan buenos ejemplos de la arquitectura popular herreña, así como impresionantes vistas de la zona occidental del Valle del Golfo.
El Valle del Golfo y sus impresionantes vistas desde Sabinosa
El Valle de El Golfo se encuentra en la vertiente septentrional de la isla de El Hierro. Se trata de una amplia depresión semicircular delimitada por fuertes escarpes. Se estima que ha sido originada por la adaptación de los procesos morfogenéticos marinos a las alineaciones estructurales predominantes del Archipiélago.
El intenso proceso erosivo marino al que se vio sometida la antigua línea de costa de El Hierro se detiene con la instalación de grandes volúmenes de rodas eruptivas en el interior de la depresión, que se expanden en forma de abanico, fosilizando el acantilado y determinando el avance a la costa baja.
Los pueblos de Frontera y Sabinosa, junto a los caseríos de los Llanillos, Merese, Toscas, Tigaday y las dos Belgaras, se disponen siguiendo el semicírculo que dibuja el escarpe del Golfo, en torno a los 300 metros.
Vías de acceso a Sabinosa y otros puntos de interés
Las vías que dan acceso a Sabinosa transcurren entre bancales de viñas cultivados con sumo cuidado y dedicación. En el casco del pueblo aún podremos encontrar espléndidos ejemplos de lagares tradicionales. Otra cosa que cabe destacar de Sabinosa, a parte de su peculiar cuidado de las tradiciones, es el ambiente artesano que se respira.
Cerca de Sabinosa encontraremos lugares de gran interés como: El Pozo de la Salud, un importante afloramiento de aguas medicinales del que hablaremos a continuación; La Laja, una preciosa charca; o la Playa de Arenas Blancas, la única playa de arena clara de toda la isla de El Hierro.
El Pozo de la Salud y su historia
El Pozo de la Salud, también llamado de Sabinosa, es una fuente de aguas mineromedicinales que se encuentra en la isla de El Hierro, más concretamente en el municipio de La Frontera. A sus aguas se le atribuyen propiedades curativas y medicinales, y a su pueblo, Sabinosa, ubicado en un entorno natural entre el mar y la montaña, una popularidad especial. El pozo de Sabinosa se encuentra situado en primera línea de costa, a unos 35 kilómetros de Frontera, en las cercanías del pueblo de Sabinosa, dentro del municipio de La Frontera, y en pleno Valle del Golfo.
Historia de este pozo curativo
En el siglo XVI, la isla de El Hierro sufrió importantes sequías que forzaron la emigración de los herreños. El pozo fue uno de los intentos de abastecer de agua potable a una población en estado crítico. Su perforación se ejecutó entre los años 1702 y 1704, pero fue en 1830 cuando Leandro Casañas Frías descubrió las propiedades curativas de la fuente de agua sulfurosa del Pozo de Sabinosa.
A pesar de que en un primer momento los vecinos consideraron que sus aguas eran un tanto salobres, los animales bebían con gusto y aceptaban sin problema las beneficiosas aguas. Con el tiempo se constató que quien bebía el agua de este pozo gozaban de mejor salud y resistía mejor las enfermedades y epidemias propias de esa época. En 1949 estas aguas fueron declaradas de Utilidad Pública por el Gobierno de España.
Sus propiedades en la historia
De sus propiedades curativas han hablado propios y ajenos, ilustres y médicos, durante más de 300 años. Cuentan que el Conde de la Vega Grande se curó tomando sus aguas medicinales y, a partir de ese momento, fue uno de sus mayores impulsores y promotores e incluso mandó a analizar el agua en París. El médico Bartolomé Saurín, residente en Tenerife, consiguió su declaración como agua mineromedicinal.
La gloria del Pozo de La Salud era una realidad. A pesar de las dificultades de acceso, nunca cesó de recibir a enfermos y curiosos, hasta el punto de que se podía conseguir el agua en otras islas, ya que era comercializada a pequeña escala en algunas tiendas y farmacias.
La explotación comercial de ofrecer baños medicinales con el agua del pozo se hizo muy común también, sobre todo en la temporada de mayo a octubre. Personajes del folklore canario tan conocidos como Valentina de Sabinosa tomaban, según dicen, baños periódicamente a 45º a la vez que bebían dos litros de agua del pozo al día. En la actualidad existe en la zona un hotel-balneario gestionado por el Cabildo Insular de El Hierro.
Cristóbal Colón y el agua de Sabinosa
La fama del pozo traspasó las fronteras canarias, tanto es así, que su agua llegó a ser embarcada y llevada a tierras americanas. El español Cristóbal Colón partió hacia Puerto Rico y La Habana con 99 garrafones de agua de Sabinosa, a finales del siglo XIX, junto con otros productos isleños como almendras dulces, vino, higos secos y papas.
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Fotos: Hola Islas Canarias
