Los antiguos pobladores de la isla de Tenerife, los guanches, momificaron a sus difuntos con diversas técnicas muy sofisticadas y los enterraron en recónditas cuevas acompañados de un ajuar funerario necesario para la vida eterna. Las momias guanches son los restos desecados y bien conservados de los aborígenes de Tenerife y uno de los hallazgos arqueológicos más llamativos de Canarias.
Un hallazgo arqueológico
Entre los hallazgos arqueológicos que se han llevado a cabo en Tenerife desde el siglo XX, uno de los más llamativos es, sin duda, la recuperación de momias guanches, halladas en cuevas recónditas y grutas de la isla.
El pueblo guanche tenía por costumbre embalsamar a sus muertos y preservarlos en cuevas de difícil acceso. Gracias a estos hallazgos, se ha podido detectar diferentes métodos de momificación que se cree que respondían a las diferentes clases sociales de la época y a sus creencias religiosas. El proceso de embalsamiento de un cadáver en la cultura guanche era muy similar al de otras civilizaciones antiguas, como la egipcia, y aún en la actualidad se desconoce cómo los aborígenes adquirieron estos conocimientos y técnicas tan sofisticadas para la época.
Según las investigaciones que se han realizado sobre las momias guanches, este tipo de enterramientos se utilizaba en Tenerife, al menos, desde el siglo III y hasta la conquista de las Islas Canarias. Actualmente pueden observarse varias de estas momias en el Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde cuentan con uno de los mejores sistemas de conservación de este tipo de restos arqueológicos.
Registro y procesos de momificación
La momificación en Canarias durante el periodo de los aborígenes se concentró principalmente en la isla de Tenerife. En Gran Canaria existe, actualmente, un debate sobre la auténtica naturaleza de las momias de los antiguos habitantes de la isla, pues investigadores señalan que no existió una verdadera intencionalidad de momificar al difunto y que la buena conservación de algunas de ellas se debe más bien a factores ambientales.
Además, los guanches enterraban a los individuos de bajo estatus social en tumbas arenosas, mientras que los miembros de la clase alta eran momificados y recluidos en cuevas aisladas.
Las momias mejor conservadas y más estudiadas se encuentran en Tenerife. En 1993, se descubrió en el municipio de San Miguel de Abona, el sur de la isla, la necrópolis guanche de Uchova. Se estima que el cementerio contenía entre sesenta y setenta momias antes de que fuera saqueado casi por completo.
Conservación de las momias guanches
Se han descubierto tres métodos de momificación a través del análisis de los distintos hallazgos: el desentrañamiento, también llamado evisceración; conservación y relleno. Estos métodos se han utilizado en varias combinaciones diferentes según la época en que se creó la momia.
La conservación de las partes externas del cuerpo se lograba normalmente mediante una combinación de resinas y envolturas de piel de animales. Las resinas se preparaban con una mezcla de minerales, plantas y grasas. Estos se extendían por todo el cuerpo antes de que se secara. Finalmente, el difunto se envolvía en pieles de animales y se dejaba reposar. El número de pieles de animales que se usaban para envolver al difunto correspondían con el estatus social de la persona, por lo que los reyes podían ir envueltos con hasta quince pieles.
Las momias más relevantes
Momia guanche del Barranco de Herques
La momia guanche del Barranco de Herques se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid. Corresponde a un individuo de sexo masculino de entre 35 y 40 años y se trata, según los especialistas, de la momia guanche mejor conservada del mundo. El sujeto posee toda su dentadura, sin desgastes ni caries. Por otro lado, tiene rasgos negroides y sus manos no reflejan que hubiera realizado trabajos físicos duros. La tomografía axial computarizada (TAC) que se le realizó, desveló que no se le extrajeron las vísceras para momificarlo y que conserva el cerebro. Esta momia fue encontrada en el barranco de Herques, al sur de Tenerife, entre los municipios de Fasnia y Güímar.
Momia de San Andrés
Se trata de un hombre de unos 25 a 30 años cubierto parcialmente con piel de cabra con seis tiras que lo rodean. La momia fue encontrada en la cueva de un barranco a las afueras de la localidad de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife. Se cree que pudo ser un Mencey, un rey aborigen de la isla de Tenerife, o un personaje destacado en la sociedad guanche de la época. Tras su descubrimiento fue expuesta en el Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife, hasta que, en 1958 pasó a formar parte de las colecciones del Museo de la Naturaleza y la Arqueología, donde se encuentra actualmente.
Momias guanches de Necochea
Son dos momias que se encuentran expuestas en el Museo de la Naturaleza y la Arqueología de Santa Cruz. Reciben su nombre debido a que, hasta el año 2003, estuvieron expuestas en el Museo Municipal de Ciencias Naturales de Necochea, en la provincia argentina de Buenos Aires. Se trata de una pareja de individuos de sexo femenino y masculino de entre 20 y 30 años, ambas momias están envueltas en mantos de cuero cocidos.
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Paula Vera
Fotos: es.wikipedia.org