El árbol Garoé se encuentra en un lugar lleno de magnetismo en la localidad herreña de San Andrés. Adorado por los bimbaches, los antiguos pobladores de la isla de El Hierro, es hoy todo un símbolo de la identidad isleña.
El árbol Garoé originario se trataba de un til capaz de recoger agua suficiente como para abastecer a toda la población herreña de la época, lo que hizo que se convirtiera en un árbol sagrado. En el siglo XVII un huracán lo derribó y en 1949 se sustituyó por el actual.
Garoé en la lengua tamazight insular, antiguas lenguas guanches, significa “laguna” o “rio”. El árbol Garoé aparece en el escudo de la isla de El Hierro representado como un árbol verde sobre agua y cuya copa se encuentra rodeada de nubes de las que caen gotas de agua.
El árbol Garoé, fuente de agua
El Garoé fue venerado y protegido por los bimbaches dado que era la fuente de uno de sus vienes más preciados: el agua. Esta particularidad se debe a que al chocar la humedad de los alisios contra el verde árbol, sus ramas y hojas recogían el agua que las nubes cargaban y la destilaban gota a gota, depositándola en una poceta bajo el mismo creada para el almacenamiento.
Cuenta la leyenda canaria que cuando los conquistadores castellanos llegaron a la isla de El Hierro, los bimbaches intentaron mantener en secreto la localización del Garoé con el objetivo de evitar el abastecimiento de agua de los conquistadores, al tratarse este árbol de la única fuente de agua dulce de la isla, y propiciar así la partida de estos.
Sin embargo, los conquistadores descubrieron la ubicación del árbol sagrado con la ayuda de Agarfa, una joven bimbache que se enamoró de un soldado castellano el cual formaba parte de la expedición, y no tardaron en apoderarse del árbol. Esto condujo al establecimiento y la conquista de la isla por parte de los castellanos, así como la desaparición del pueblo bimbache.
El til, un árbol endémico de la Macaronesia
Se trata de uno de los árboles de la laurisilva con mayor cobertura. Presenta un porte elevado de entre 20 a 30 metros de altura, un tronco esbelto que ramifica frecuentemente desde la base y una copa amplia, muy frondosa y más o menos redondeada. Su corteza, de color gris pardo oscuro, está cubierta por pequeñas protuberancias redondas y algo blanquecinas que, cuando son muy abundantes, le confieren un aspecto muy rugoso. A menudo, podemos ver el tronco principal rodeado de muchos brotes.
Las hojas son persistentes, simples y alternas. Durante el verano, sus flores brotan en racimos no muy densos. Desprenden un olor suave y agradable. Este árbol se diferencia de otras especies porque sus frutos carnosos en forma de aceituna están cubiertos hasta casi la mitad por una cúpula persistente, por lo que parecen pequeñas bellotas. Son de color verde intenso al principio y se vuelven morados o negruzcos al madurar, que es cuando se desprenden de la cúpula y caen al suelo.
Centro de interpretación del árbol Garoé y ruta del agua
Este lugar, fuente de leyendas, cuenta hoy con un pequeño centro de interpretación donde encontrar toda la información relacionada con el árbol sagrado, desde su importancia histórica y arqueológica hasta el fenómeno de la lluvia horizontal, responsable de que el árbol Garoé destile agua. Es tal el amor que los herreños le profesan al árbol que hace unos años lo homenajearon con la creación de la Ruta del Agua, un sendero de 16 kilómetros que informa sobre la historia del agua en la isla.
El fenómeno de la lluvia horizontal
La Lluvia Horizontal es un fenómeno natural propio de bosques nublados presentes en zonas de gran altitud. Éste es producto del choque constante de nubes bajas o bruma con la vegetación presente en estas áreas. Esto ocasiona que las plantas condensen la humedad del ambiente formando gotas de agua, las cuales se precipitan engrosando los caudales de aguas subterráneas, ríos y arroyos.
Paula Vera
Fotos: holaislascanarias.com; lacasadelabuelitojulian.com; buceoelbajon.com; floresyviajes.blogspost.com; turiscuriseando.com.