Icíar Pérez y Juan Carlos Pérez-Alcalde darán la bienvenida próximamente a su proyecto más personal que estará ubicado en la capital tinerfeña y que traerá consigo una nueva forma de disfrutar de la gastronomía
Los jóvenes chefs, que durante cuatro años formaron parte del equipo de Poemas by Hermanos Padrón en Las Palmas de Gran Canaria, se encuentran ultimando los detalles para la apertura de su nuevo local en la capital tinerfeña.
Ambos cocineros se conocieron en su etapa de estudiantes en el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife y desde entonces han seguido el mismo camino en su andadura culinaria. Ahora, le dan la bienvenida a su proyecto más personal tras años de trabajo. «Moral surge en el momento oportuno de nuestras carreras, lo sentíamos como el siguiente paso profesional que debíamos dar, por ganas y por conocimiento. Era un proyecto que rondaba en nuestras cabezas desde hace algunos años y que se dio de manera natural», explican Icíar y Juan Carlos.
«Moral surge en el momento oportuno de nuestras carreras»
El restaurante, ubicado en la céntrica calle santacrucera Pi y Margall, ocupa el espacio de un antiguo local de estilo clásico que, durante los últimos meses, los chefs han ido reformando. «La elección del local fue rápida, el primer día que lo visitamos lo decidimos, porque vimos mucho potencial en él», comentan y aseguran que están muy contentos con el resultado. Además, elegir Santa Cruz como lugar de asentamiento también fue sencillo, pues sentían que la ciudad necesitaba un restaurante como Moral y, al final, Juan Carlos es chicharrero y no hay nada mejor que estar en casa.
El inicio de un proyecto apasionante
Tanto para Icíar como para Juan Carlos la gastronomía es su mayor pasión, no sólo porque es la profesión a la que han querido dedicar su vida, sino porque también es un elemento con el que conviven en su día a día y determina desde su hogar hasta los lugares a los que quieren viajar. Todos tenemos algo que nos inspira en nuestro trabajo y a ellos les encanta leer, ser curiosos y probar todo, pero también sentirse satisfechos con el resultado final y haber hecho las cosas bien.
Nos cuentan que elegir el nombre para el restaurante fue complicado, pero sin lugar a duda muy acertado, pues describe perfectamente el estilo de ambos cocineros: «Para nosotros Moral es ir al árbol a comer moras, mancharte las manos y divertirte. Para nosotros Moral también es aquello que está entre el bien y el mal».
«Queremos que Moral sea ese restaurante en el que te sientes reconfortado tanto por la comida, como por el trato y por el espacio»
Desde muy jóvenes tuvieron claro que la cocina guiaría sus vidas y siempre habían querido iniciar un proyecto propio y lanzarse a la aventura que eso significa: «Nos hemos curtido antes de atrevernos, siendo dos todo parece más fácil». Y es que como ellos mismos han dicho, Moral llega en el momento justo y como un proyecto necesario en la capital tinerfeña: «Queremos que Moral sea ese restaurante en el que te sientes reconfortado tanto por la comida, como por el trato y por el espacio».
En Moral, ambos chefs buscan poder aplicar todo lo que han aprendido estos años y plasmarlo así en el plato haciendo una cocina reconocible y sabrosa que describa a la perfección la esencia de los dos. «Cuando nos preguntan por el concepto, porque parece que ahora todos los restaurantes deben contar un relato, nosotros siempre decimos lo mismo “comida rica, buen producto bien elaborado”», afirman.
Cada detalle suma en la experiencia
Moral será un espacio acogedor para pocos comensales, aproximadamente veinte en total, donde los clientes podrán sentirse reconfortados. Al tratarse de la primera aventura empresarial de la pareja, ambos tenían claro que querían un proyecto que pudieran controlar y que no necesitara una carga excesiva de personal: «Si Moral tiene que crecer, que sea de manera natural, de menos a más».
El espacio se encuentra repartido en siete mesas, una de ellas ubicada en un pequeño reservado, y una preciosa barra para cuatro comensales. «Nos gustaba mucho la idea de la barra», explica Iciar, «En primer lugar, para ganar espacio en la cocina, ya que es abierta, y, por otro lado, porque al cliente cada vez le gusta más ver y poder hablar con el cocinero así que aquí esto se daba perfecto».
«Si Moral tiene que crecer, que sea de manera natural, de menos a más»
La ilusión de ambos es palpable en sus palabras. Las largas horas de trabajo dedicadas a este proyecto se ven plasmadas en el mimo con el que han cuidado cada detalle para que todo en su conjunto resulte en una experiencia que cale en cada comensal que visite Moral. Sin duda alguna, Icíar Pérez y Juan Carlos Pérez-Alcalde han llegado a Santa Cruz de Tenerife con muchas ganas y con el objetivo de darle un nuevo sentido a la gastronomía capitalina y así será.
Paula Vera
Instagram: @moralrestaurante